El presidente estadounidense Donald Trump se reunió con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el lunes 13 de octubre de 2025, en la Knéset, el Parlamento israelí, marcando un hito en su relación política que ha tenido momentos de alineación así como de conflictos. Este encuentro es parte de un viaje que Netanyahu realiza a Estados Unidos, donde se espera que se reúna con Trump en Mar-a-Lago, Florida, el martes, lo que representa su quinto encuentro en suelo estadounidense desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero.
Aunque no se ha revelado una agenda pública para la reunión, se anticipa que ambos líderes discutirán el avance hacia la segunda fase del alto el fuego en Gaza, así como las amenazas estratégicas que Israel percibe provenir de Irán y del grupo libanés Hezbolá. Durante su encuentro, Trump está previsto que presione a Netanyahu para avanzar en la implementación del alto el fuego establecido en octubre con mediación estadounidense, que permitió a Israel detener las hostilidades en Gaza y replegarse hasta la “línea amarilla”.
En el trasfondo de la reunión está el plan de paz de 20 puntos propuesto por Trump, que podría iniciar a mediados de enero. Esta segunda fase contempla el desarme de Hamás, la creación de una fuerza internacional de estabilización, la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza y el establecimiento de un gobierno de transición. Sin embargo, el entorno de Trump parece mostrar creciente agotamiento con Netanyahu, aunque el propio presidente mantiene una relación personal sólida con el primer ministro.
Mientras Netanyahu busca apoyo en Washington, en Israel aumentan las tensiones políticas y sociales. Recientemente, ha surgido el escándalo denominado “Qatargate”, que investiga presuntos pagos de Qatar a asesores cercanos a Netanyahu para promover sus intereses durante la ofensiva en Gaza. A pesar de las negaciones de su entorno, este tipo de controversias han sido comunes en su carrera. Además, la discusión sobre un proyecto de ley para enlistar a los ultraortodoxos en el Ejército ha reavivado tensiones internas, llevando a líderes de estas comunidades a planear manifestaciones masivas.
El encuentro entre Trump y Netanyahu refleja no solo la complejidad de las relaciones internacionales en la región, sino también los desafíos internos que enfrenta el gobierno israelí. La posibilidad de un avance diplomático en el conflicto parece depender tanto de la voluntad política de los líderes como de la presión interna que cada uno enfrenta en sus respectivos países.
