El esperado “clásico” del fútbol francés entre el Olympique de Marsella y el PSG, originalmente previsto para este domingo, será ahora jugado el lunes a las 20.00 horas (locales), tras haber sido pospuesto debido a las amenazas de intensas lluvias. La Ligue 1 ha confirmado esta reprogramación, que coincidirá con la ceremonia de entrega del Balón de Oro en París. Mientras que el jugador del PSG, Ousmane Dembélé, quien se perfila como favorito para llevarse el premio, no fue convocado para el partido debido a una lesión, lo que le permitirá asistir a la prestigiosa gala.
El técnico del PSG, Luis Enrique, quien también es candidato al reconocimiento como mejor entrenador del año, no podrá hacer acto de presencia en la ceremonia debido al compromiso deportivo. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) tomó la decisión de celebrar el partido el lunes en vez de posponerlo hasta diciembre, una decisión que se analiza junto a los clubes involucrados.
El aplazamiento se debió a una grave previsión meteorológica que anticipa lluvias de hasta 120 litros por metro cuadrado, situando a Marsella bajo una alerta naranja por tormentas e inundaciones. Las autoridades locales han emitido fuertes advertencias a los residentes, aconsejando evitar desplazamientos por el riesgo de derrumbes y deslizamientos de tierra. Estos fenómenos podrían tener lugar entre las 19.00 y las 22.00 horas, exactamente durante el horario anteriormente planeado del partido.
Con la seguridad de ciudadanos y espectadores como prioridad, la Prefectura ha desalentado cualquier movimiento dentro del departamento y ha hecho un llamamiento a la prudencia en Marsella, anticipando el regreso de condiciones peligrosas para la región. La intensificación de las lluvias y los riesgos naturales asociados con ellas han obligado a las autoridades a considerar este aplazamiento como una medida sensata, evitando congregar a los aproximadamente 70.000 aficionados que se esperaban en el estadio Velódromo.
Esta decisión subraya la importancia de la seguridad ante eventos climáticos extremos, asegurando que tanto jugadores como espectadores se mantengan fuera de peligro durante este episodio de condiciones meteorológicas adversas.