El Sevilla FC, bajo la dirección de Matías Almeyda, ha tenido un inicio de temporada espectacular, posicionándose en los lugares europeos tras la octava jornada. Este éxito es fruto de una gestión eficaz del plantel, en la que cada jugador se siente relevante, a pesar de no contar con grandes figuras destacadas.
Durante el reciente mercado de traspasos de verano, el técnico argentino hizo una solicitud específica a Antonio Cordón para reforzar la delantera. Esta solicitud incluyó al delantero Gio Simeone, que estaba a punto de dejar el Nápoles, equipo que, irónicamente, tenía interés en fichar al jugador del Sevilla, Juanlu. Aunque se hicieron acercamientos para la incorporación de Simeone, las cifras que se manejaron superaron la capacidad del Sevilla, mientras que el Nápoles tampoco llegó a un acuerdo definitivo para incluir a Juanlu en la operación.
Finalmente, Simeone se unió al Torino en una cesión que incluye una opción de compra, cuyo coste se estima en 1 millón de euros por el préstamo y alrededor de 7 millones de euros para una compra permanente, sujeta a ciertas condiciones. Como resultado, a pesar de que en los medios se mencionó su nombre como un posible refuerzo invernal para el Sevilla, su fichaje ahora se considera completamente fuera del alcance del club.
Este desarrollo refleja tanto las aspiraciones del Sevilla FC de mejorar su plantilla como las realidades económicas del fútbol moderno, donde las negociaciones a menudo pueden ser complicadas y difíciles de materializar. Sin embargo, el fuerte inicio de temporada del equipo brinda optimismo para el futuro, mostrando que el trabajo en equipo y la cohesión pueden llevar a grandes logros.