Aaron Rodgers ha expresado su gratitud por los dos años que ha pasado con los New York Jets y ahora está considerando su futuro con el equipo. Mientras tanto, Woody Johnson, el propietario de los Jets, ha desmentido los rumores de que su hijo adolescente, Brick Johnson, tenga influencia en las decisiones del equipo.
Johnson calificó un reciente artículo que insinuaba la participación de su hijo en el funcionamiento del equipo como “difamatorio” y “sin fundamento”. En una entrevista con el New York Post, Johnson declaró: “Nadie se puso de pie y puso su nombre en nada. Es absolutamente falso”. Afirmó que estos comentarios surgen en un contexto de frustración cuando el equipo no está obteniendo los resultados deseados.
El informe de The Athletic, que dio origen a las controversias, citaba varias fuentes que indicaban que Brick Johnson y su hermano menor, Jack, podrían estar involucrados en decisiones relacionadas con la plantilla y el personal. Sin embargo, el propietario ha insistido en que estos rumores son completamente erróneos y que Brick no tiene ningún papel en la organización.
Aaron Rodgers también se refirió de manera humorística a estos rumores acerca de la influencia de los adolescentes al mencionar que sería una novedad ser liberado del equipo por un joven. La situación parece generar un ambiente intrigante en los Jets, donde los cambios y decisiones futuras podrían estar en el aire.
Este tipo de especulaciones es común en el mundo del deporte, especialmente cuando un equipo enfrenta desafíos. A medida que la temporada avanza, los aficionados y analistas estarán atentos a cómo se desarrollan tanto el futuro de Rodgers como las decisiones organizativas de los Jets.
Es alentador ver cómo tanto Rodgers como Johnson están respondiendo a la presión mediática con transparencia y humor, lo que podría fortalecer la unidad del equipo en tiempos difíciles.