Paula Badosa retoma su lugar en el circuito WTA con el Masters 1000 de Pekín tras varios meses de inactividad debido a una lesión en el psoas. La tenista catalana, que llega con poco ritmo de competición, participó recientemente en la Billie Jean King Cup representando a España. Aunque cayó ante Elena Svitolina, el regreso dejó percepciones positivas sobre su capacidad para competir al más alto nivel.
El inicio de su recorrido no será fácil. Al entrar como la 18ª cabeza de serie, Badosa comenzará directamente en la segunda ronda, enfrentándose a la croata Antonia Rozic o a una jugadora de la fase previa. Si avanza, podría verse las caras con la checa Karolina Muchova en octavos de final, una adversaria que ha demostrado fuerza y consistencia en torneos recientes. En cuartos, Badosa podría enfrentar a Jasmine Paolini, una tenista italiana que ha llegado a Pekín con gran confianza tras su reciente éxito en la Billie Jean King Cup.
En caso de llegar a semifinales, se encontraría con Coco Gauff, la actual campeona del torneo y quien la derrotó en esta misma ronda el año pasado. Por otro lado, evitaría a Iga Swiatek, la gran favorita, hasta una eventual final. Sin embargo, cada partido será un desafío continuo para testar tanto su estado físico como mental después de la lesión.
El regreso de Badosa marca su recuperación y la búsqueda para alcanzar el nivel que tenía antes de su lesión. La jugadora española tuvo que abandonar el WTA de Berlín y, en Wimbledon, su rendimiento estuvo comprometido, cayendo en la primera ronda. Desde entonces, su presencia en competiciones se ha limitado, salvo por su participación en la Billie Jean King Cup.
Además de Badosa, Jéssica Bouzas también representará a España en Pekín, enfrentando en primera ronda a la rumana Jaquelin Cristian, y posiblemente a la ucraniana Daria Yastremska en segunda ronda. No obstante, todas las miradas están centradas en Badosa, cuyo objetivo primordial es recuperar el ritmo, la confianza en la pista y reafirmarse como una figura destacada del tenis español en eventos de primer nivel.
El China Open representa un desafío clave para Badosa después de su periodo de recuperación. Cada triunfo podría no solo sumar puntos cruciales para su clasificación, sino también revitalizar la confianza necesaria para afrontar los últimos desafíos de la temporada, manteniendo su estatus como una de las competidoras más formidables del circuito.