Europa ha estado esperando ansiosamente el funcionamiento efectivo del nuevo gobierno en Alemania bajo el liderazgo de Friedrich Merz, quien ha estado muy activo desde su toma de posesión. Durante la Cumbre Nórdica, que se celebró recientemente, Merz se unió a los líderes de Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca e Islandia para coordinar estrategias de defensa en un contexto de creciente preocupación por la actividad militar rusa cerca de la frontera con Finlandia.
Las imágenes satelitales recientes han revelado un incremento notable de actividad militar en el lado ruso de esta frontera, lo que genera alarma entre los funcionarios de la OTAN. Este aumento se considera una manifestación de la preparación de Rusia para un desplazamiento estratégico a largo plazo en el norte, especialmente tras la situación post-Ucrania. Finlandia, que se unió a la OTAN en 2023, ha compartido sus esfuerzos defensivos con Merz, quien respaldó la crítica situación de seguridad en la región.
Uno de los momentos más inquietantes de la cumbre fue cuando Merz declaró: “estamos siendo atacadas”, refiriéndose a la amenaza que representa Rusia. Este comentario también estuvo acompañado por la decisión de Alemania de levantar la restricción sobre el envío de armas a Ucrania, permitiendo que el ejército ucraniano las use para ataques dentro del territorio ruso. Esta acción se ha considerado polémica y ha suscitado preocupación dentro de la coalición de Merz, ya que el Partido Socialdemócrata (SPD) muestra desacuerdo respecto a esta postura.
No obstante, Merz se ha mantenido firme en su apoyo a la OTAN, enfatizando que la decisión de permitir el uso de armas para atacar a Rusia refleja las acciones de otros miembros de la Alianza. Los líderes nórdicos han manifestado la importancia de esta firmeza, ya que sugiere que podrían recibir el mismo apoyo en caso de una agresión rusa. Antti Häkkänen, el ministro de Defensa de Finlandia, ha anunciado que su país está realizando un monitoreo constante de las intenciones militares rusas y ha subrayado la sólida defensa nacional que posee.
Un enfoque importante de la Cumbre Nórdica fue evaluar el riesgo de un posible ataque ruso. Aunque se presume que las tropas rusas podrían ser estacionadas permanentemente en la frontera, los análisis indican que no hay señales de una invasión o un ataque inmediato sobre Finlandia. Emil Kastehelmi, analista militar, destaca que este despliegue de fuerzas es más bien una muestra de presencia que una preparación para una acción inminente.
En sus reuniones, Merz también tuvo la oportunidad de dialogar con el presidente finlandés Alexander Stubb, quien goza de una buena relación con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Se espera que esta conexión pueda fortalecer los lazos transatlánticos en materia de defensa.
Es notable cómo estos esfuerzos de colaboración entre naciones nórdicas y Alemania subrayan la unidad de Europa frente a desafíos externos, mostrando un claro propósito de defensa y solidaridad en tiempos de incertidumbre. La inestabilidad global actual podría transformar en oportunidades de fortaleza y cooperación internacional, alentando a los países a trabajar juntos hacia un futuro más seguro y más integrado.