La Liga de Quito, tras una destacada temporada 2023 que los llevó a las semifinales de la Copa Libertadores, se encontró en una situación complicada al finalizar el año, al perder 3-1 frente a la Universidad Católica en la final de la Copa Ecuador 2025. Esta derrota ha provocado una ola de críticas, dirigidas principalmente hacia el arquero Alexander “Dida” Domínguez, quien, a pesar de su brillante desempeño el año anterior, ha visto cómo su nivel ha disminuido considerablemente.
En las redes sociales, los aficionados han comparado la trayectoria de Domínguez con la icónica frase de Batman: “O mueres como un héroe, o vives lo suficiente para convertirte en villano”, reflejando la inconsistencia entre su exitoso 2023 y el actual momento crítico que enfrenta. En 2023, Domínguez fue fundamental en la consecución de la Copa Sudamericana, deteniendo penales claves, y continuó destacándose en la final de Liga Profesional contra Independiente del Valle. Sin embargo, desde entonces, su rendimiento se ha visto afectado, posiblemente por el desgaste físico a los 38 años, lo que lo llevó a perder la titularidad frente a Gonzalo Valle, quien también se ha consolidado en la Selección de Ecuador.
Con la lesión de Valle, Domínguez tuvo la oportunidad de regresar como titular, pero su actuación en partidos decisivos fue deficitario. La eliminación ante Palmeiras en semifinales de la Libertadores fue un golpe duro, y la final de la Copa Ecuador dejó al descubierto errores significativos de su parte, que fueron clave en la derrota.
Las críticas de los hinchas se intensificaron tras el partido final, con muchos expresando su frustración y el deseo de que Domínguez considere su retiro. Comentarios en redes sociales reflejaron este sentir, con los aficionados recordando su legado, pero también señalando que su nivel actual no era suficiente para continuar en el equipo.
Los errores cometidos por Domínguez, como el gol de Mauricio Alonso y el remate de Gregory Anangonó desde media cancha, fueron especialmente cuestionados, donde subestimó situaciones que resultaron críticas para el rendimiento del equipo.
A pesar de la tristeza y frustración que la situación ha generado, el fútbol es un ciclo constante de renovación y esperanza. La Liga de Quito tiene la oportunidad de enfocarse en el futuro, buscando nuevos talentos y estrategias para regresar a la gloria en las próximas temporadas.