El actor y presentador argentino Julián Gil ha hecho declaraciones contundentes en una reciente entrevista, donde ha criticado a su expareja, la actriz venezolana Marjorie de Sousa, por negarle la oportunidad de convivir con su hijo Matías Gregorio. Esta situación ha sido un tema recurrente entre ambos, y Gil ha expresado su frustración ante la negación de la actriz a permitirle participar en la vida de su hijo.
Durante su conversación con los medios en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Julián Gil cuestionó las razones de Marjorie de Sousa para impedir su relación con Matías, sugiriendo que este comportamiento hace daño al niño. “¿Por qué tanto odio? ¿Por qué le hace tanto daño a Matías?”, se preguntó el presentador, quien también mencionó que lleva ocho años sin poder estar cerca de su hijo. Su llamado a que Marjorie esclarezca la situación tuvo eco en las redes sociales, donde los comentarios se dividieron entre quienes apoyan a Gil y quienes defienden a la actriz.
Aunque algunos internautas consideraron que las acciones de Marjorie afectan negativamente a Matías, otros resaltaron la complejidad emocional de la situación, describiendo como una forma de violencia vicaria el daño que un progenitor puede infligir a otro a través del hijo. Este tipo de violencia, aunque a menudo desatendida, es considerada muy dañina.
El tema no solo reaviva el debate sobre la custodia parental y la convivencia entre padres e hijos tras la separación, sino que también pone de manifiesto el impacto emocional que estas decisiones pueden tener en los menores. En un mundo donde el bienestar infantil es cada vez más relevante, la situación de Julián y Marjorie se convierte en un recordatorio de la importancia de buscar soluciones que prioricen la salud emocional y el desarrollo de los niños.