Iker Casillas, el exguardameta del Real Madrid, ha estado en el centro de un robo en su hogar en La Finca, donde se han presentado nuevas informaciones sobre el presunto ladrón. Según sus declaraciones a ‘El tiempo justo’, el individuo ha expresado un profundo arrepentimiento y ha aclarado que solo fueron dos relojes los que sustrajo, y no cinco como se decía inicialmente. Los relojes fueron vendidos por un total de 26.000 euros. Además, ha solicitado que se deje fuera del asunto a la asistenta del hogar, a quien defiende y asegura que no estaba implicada.
Los hechos salieron a la luz el pasado viernes, cuando se reveló que Casillas había sido víctima de un robo en el que los relojes originales fueron reemplazados por réplicas casi idénticas en su domicilio de Pozuelo de Alarcón. Mientras que se especuló sobre la complicidad de una empleada del hogar en el intercambio, el ladrón ha asumido toda la responsabilidad, enfatizando que actuó solo y que su pareja no tenía conocimiento de sus acciones.
A través de una conversación exclusiva en el programa, el ladrón confesó: “El único culpable soy yo”. Explicó que la situación financiera lo llevó a realizar el robo, afirmando tener deudas acumuladas que lo llevaron a tomar una decisión desesperada. En sus propias palabras, “Lo hice porque tengo deudas, se me ha juntado todo. Las tarjetas de crédito, préstamos… No tenía salida. Ahora las consecuencias van a ser más graves”.
Carlos, el nombre del portero de la urbanización, ha defendido a la asistenta, insistiendo en que ella no tuvo un papel consciente en el robo. “La están haciendo culpable de algo que no es”, dijo, refiriéndose a la injusticia que se ha hecho hacia ella.
La investigación policial ha incluido también interrogatorios a Sara Carbonero, la exesposa de Iker Casillas, en un intento de deslindar a la asistenta de cualquier implicación. Carlos informó que la asistenta estaba a cargo de dos casas y cobró un sueldo notablemente bajo en comparación con sus responsabilidades.
El ladrón, que se enfrenta a una posible pena de 18 meses de prisión, ha manifestado su arrepentimiento por el acto. Ha mencionado que había planeado el robo desde meses atrás y lo realizó cuando tuvo acceso a una de las piezas en julio. A pesar de las circunstancias difíciles que enfrentaba, reconoció que su decisión causó dolor a otros, específicamente a la asistenta, a quien considera inocente.
Este incidente pone de relieve las complicadas dinámicas de confianza y empleo en entornos de alta visibilidad como el de Casillas. Mientras el exfutbolista lidia con las repercusiones de esta situación, queda la esperanza de que la verdad salga a la luz y que todos los involucrados encuentren un camino hacia la justicia y la reparación de sus vidas.