María Luisa Cabañero, de 59 años, se ha convertido en la primera mujer bombera en jubilarse, un hito significativo en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres. Cabañero recuerda el momento en que solo tres mujeres lograron superar las estrictas pruebas de oposición para formar parte del cuerpo de bomberos. Su experiencia pone de relieve la capacidad y competencias de las mujeres en profesiones exigentes, aseverando que “las mujeres somos tan capaces como los hombres”.
El camino hacia la igualdad de género en profesiones como la bomberos ha sido largo y Cabañero espera que su historia sirva de inspiración para futuras generaciones. Ella apoya la idea de que tanto hombres como mujeres se sometan a las mismas pruebas de acceso, lo que asegura que todos los candidatos, independientemente de su género, sean evaluados bajo los mismos estándares.
Cabañero ha dedicado varias décadas a su carrera, enfrentando muchos retos a lo largo del camino. Su legado no solo se refleja en su trabajo, sino también en el cambio de percepción sobre el papel de las mujeres en este tipo de profesiones. La valentía y la determinación de Cabañero son un testimonio colorido de que la inclusión y la diversidad en el ámbito laboral son no solo posibles, sino también esenciales para el progreso de la sociedad. Su despedida del cuerpo de bomberos es una celebración de los logros alcanzados y un recordatorio de que la lucha por la igualdad continúa.
