Representar a una comunidad entera nunca es una tarea sencilla, y para Yamilex Hernández, quien se coronó como la primera Miss Universe Latina, este trayecto hacia el Miss Universo 2025 ha estado marcado por una mezcla de responsabilidad, propósito y celebración.
A sus 29 años, la dominicana no solo lleva una banda histórica, sino que también representa las voces, sueños e identidad de millones de latinos que son representados de manera oficial en el certamen por primera vez. Poco antes de que comience este evento significativo desde Tailandia, US Weekly En Español tuvo la oportunidad de hablar en exclusiva con Hernández, quien compartió que su vida ha cambiado notablemente desde su coronación en el reality show, sintiendo que sus días comienzan más temprano y terminan más tarde.
Yamilex ha pasado de ser una concursante a convertirse en un símbolo que refleja una comunidad que busca su lugar en el escenario global. A pesar del cansancio que esta nueva responsabilidad podría conllevar, ella afirma que esta etapa de su vida le ha ofrecido una profunda satisfacción y ha reafirmado su propósito. “La intención con la que vivo cada día ha cambiado; cada mensaje y cada entrevista los hago no solo como Yamilex, sino como el rostro de una comunidad que por fin está siendo representada,” declaró la modelo.
Durante su preparación para el certamen, Hernández se ha enfocado en mantener un equilibrio entre disciplina, espiritualidad y una conexión con sus raíces. Su deseo es que, independientemente del resultado del Miss Universo, la recuerden “como una mujer auténtica, agradecida y con propósito. Quiero que piensen en mí como la primera Miss Universe Latina que llegó a este escenario para abrir puertas y honrar nuestras raíces”.
En cuanto a sus rituales personales, destacó que encuentra fortaleza en su fe. “Cierro mis ojos y repito Filipenses 4:13 (‘Todo lo puedo en Cristo que me fortalece’). Creo firmemente en Dios, y esto me recuerda que Él está conmigo,” compartió.
Hernández también hizo una potente declaración en el desfile de Trajes Típicos, donde apareció representando a una mariposa monarca, simbolizando la migración y llevando las banderas de quienes han buscado el “sueño americano”.
En su papel como activista comunitaria, Yamilex también tiene planes ambiciosos. Aparte de promover la educación en salud mental, ha lanzado “Universo sin Fronteras,” un proyecto destinado a dar visibilidad a las historias de inmigrantes. “Podría expandirse a algo mucho más grande, no solo para latinos, sino para el mundo,” prometió.
Recibiendo mensajes emotivos de apoyo, expone que cada vez que alguien le dice que se siente celebrado a través de su imagen, eso le da un nuevo sentido a su labor. “Me hace reflexionar sobre por qué estoy aquí y que cada sacrificio vale la pena,” añadió.
Para Hernández, ser la “cara de los latinos en EE.UU.” en el Miss Universo es un honor histórico que simboliza un momento crucial donde su comunidad es celebrada. “Llevar esta banda significa elevar nuestra cultura latina en un país donde seguimos construyendo y aportando. Es un tremendo honor,” explicó.
Yamilex Hernández ya se siente ganadora no por la contienda por la corona, sino por todo el proceso que le ha permitido crecer tanto en lo personal como en lo profesional. Desde La Vega, República Dominicana, el fortalecimiento de sus raíces sigue siendo fundamental en su viaje.
