El té ha ganado un lugar destacado en las preferencias de los chilenos, consolidándose como una de las bebidas más consumidas en el país. Actualmente, se estima que 2 de cada 5 personas en Chile consumen té al menos dos veces al día, y la tendencia es particularmente fuerte entre jóvenes adultos y mujeres menores de 35 años.
Este aumento en la popularidad del té va más allá del simple placer de su sabor; refleja una creciente demanda por opciones más naturales y funcionales en la dieta. Aunque el té negro sigue siendo el rey, representando un 85% del consumo nacional y superando ampliamente el promedio global, las infusiones herbales también han visto un incremento en su aceptación.
A la hora de elegir el formato, las bolsitas son las más populares entre los consumidores chileno debido a su conveniencia. Los especialistas sugieren preparar el té utilizando agua hervida y dejarlo reposar entre tres y cinco minutos para obtener el mejor sabor.
El sector del té anticipa un crecimiento constante hasta 2029, impulsado por un mercado de consumidores cada vez más informados y dispuestos a probar nuevas experiencias. Esta proyección sugiere un futuro prometedor para la industria del té en Chile, reflejando un cambio de hábitos que tiende hacia una vida más saludable y consciente.
El impulso hacia la adopción de una bebida como el té señala un cambio positivo en las prácticas de consumo, y los consumidores están cada vez más abiertos a explorar opciones que beneficien su bienestar.