Nacida en San Sebastián en 1978, una periodista ha recorrido un camino notable en el mundo de la comunicación. Comenzó su carrera en el Diario Vasco y luego trabajó en medios como La Gaceta de Salamanca, la revista Pronto, Mundo Deportivo y El Desmarque, donde se desempeñó como delegada en Gipuzkoa. En 2013, estableció un boletín de noticias mensual para la Asociación de Españoles en Chequia, y en mayo de 2025 se unió al Diario AS en Gipuzkoa.
En el ámbito deportivo, la Real Sociedad se prepara para despedir el año en su estadio de Anoeta, enfrentándose al Girona en un partido crucial de la jornada 16 de LaLiga EA Sports. Este encuentro, programado para el viernes a las 21:00 horas, será dirigido por el árbitro madrileño Ortiz Arias, con Gálvez Rascón supervisando el VAR. La afición txuri-urdin, que ha visto a su equipo obtener once triunfos en 25 partidos en 2025, espera que este último partido del año les brinde la dulce satisfacción de una victoria.
Históricamente, la Real Sociedad ha dominado estos enfrentamientos, ya que el Girona nunca ha logrado ganar en Donostia. En sus últimos nueve encuentros en la capital guipuzcoana, la Real ha ganado cinco y ha empatado cuatro. La temporada pasada, la Real se llevó la victoria en un emocionante 3-2, lo que también marcó la despedida de Imanol Alguacil como entrenador ante la afición tras una etapa exitosa.
El actual técnico, Sergio Francisco, enfrenta este desafío con el deseo de revivir las buenas sensaciones, aunque con varias bajas significativas en el equipo. Oyarzabal, Yangel Herrera, Oskarsson y Rupérez no estarán disponibles, pero la buena noticia es que regresará Igor Zubeldia, un defensor clave. Sin embargo, hay cuatro jugadores apercibidos de sanción, lo que añade un factor de presión en las próximas jornadas.
A pesar de un inicio complicado, la Real Sociedad había encontrado una racha de imbatibilidad con cinco partidos sin perder, aunque las recientes derrotas ante Villarreal y Alavés han generado dudas. Sergio Francisco es consciente de la necesidad de un cambio y confía en el apoyo de la afición para lograr una victoria significativa, que dejaría un “sabor a mazapán” en el ambiente y permitiría al Girona lidiar con la presión del descenso.
Por su parte, el Girona llega a este partido en una situación delicada, con una racha de 14 jornadas en posiciones de descenso y una urgencia apremiante por sumar puntos. La reciente derrota frente al Elche ha reavivado preocupaciones, sobre todo tras una eliminación copera ante el Ourense. Sin embargo, el regreso de Ounahi, quien estará presente antes de partir a la Copa África, representa un pequeño alivio para el equipo.
El partido no solo es vital para la Real Sociedad en términos de clasificación, sino que también puede ser el último recurso para el Girona, que necesita urgentemente mejorar su situación. A medida que el año avanza hacia el final, la presión se intensifica para ambos equipos en un emocionante cierre de temporada que mantendrá a los aficionados al borde de sus asientos.
