Carlos Alcaraz, número uno del tenis mundial, avanzó a la final del ATP 500 de Tokio tras un duro enfrentamiento contra Casper Ruud. Durante las semifinales, Alcaraz mostró su habilidad para adaptarse y superar las adversidades, a pesar de un comienzo tambaleante. Perdió el primer set 3-6 debido a 14 errores no forzados, pero mostró madurez al mantenerse positivo y remontar, ganando los dos sets siguientes 6-3 y 6-4.
Este triunfo marca su victoria número 66 de la temporada y le lleva a su décima final del año, un logro compartido solo por grandes del tenis como Federer, Djokovic, Nadal y Murray. La confianza de Alcaraz se refleja en su capacidad para llegar a las finales desde abril, disputando constantemente el título.
En el partido contra Ruud, Alcaraz se enfrentó a su perfeccionismo, deseando que cada golpe fuera definitivo. Sin embargo, al encontrar la tranquilidad, cambió su táctica para dominar el juego. En el tercer set, sobrevivió a una amenaza con dos bolas de break en contra, lo que le permitió romper el servicio del noruego y sellar su victoria.
Ahora, Alcaraz se enfrentará a Taylor Fritz en la final, un encuentro en el que buscará hacer ajustes tácticos en la pista dura indoor de Tokio. Fritz viene de una victoria en la Laver Cup y presenta un desafío diferente al enfrentar una atmósfera y superficie distintas.
Alcaraz expresó su intención de usar esta experiencia como preparación para un posible duelo próximo contra Jannik Sinner en el Masters 1000 de Shanghai. Una victoria en Tokio le permitirá asegurar su posición como número uno del ranking ATP hasta finales de temporada. La habilidad de Alcaraz para jugar con la certeza de sus capacidades, aunque con riesgos inherentes, será clave en este importante encuentro.