El viernes anterior al Día de San Valentín se convirtió en un día inolvidable para el personal del restaurante Club Lucky en Chicago. Una pareja, que ha sido cliente habitual durante casi dos décadas, sorprendió a todos al dejar una generosa propina de 3000 dólares tras su cena especial.
Thomas Kleiner, el director ejecutivo del restaurante, compartió que la pareja, que prefiere permanecer en el anonimato, ha mantenido la tradición de celebrar su amor reservando la misma mesa cada viernes antes de San Valentín desde hace 19 años. “Vemos el Día de San Valentín como una oportunidad para que las parejas renueven su compromiso”, explicó Kleiner, añadiendo que la visita de esta pareja reafirma su vínculo y su cariño por el restaurante.
Durante la pandemia de Covid-19, la pareja decidió aumentar sus contribuciones al personal como una manera de mostrar su gratitud, comenzando con propinas de 2000 dólares, que han ido creciendo y alcanzando los 3000 dólares este año. Este acto no solo tomó por sorpresa a los empleados, sino que también fomentó un ambiente de celebración entre todos los comensales.
El mensaje que la pareja dejó en el recibo también fue significativo: “Siempre momentos felices en Club Lucky incluso cuando el mundo parece loco”. Esta declaración refleja una potente esperanza y gratitud, mostrando cómo pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia en la vida de las personas, especialmente en tiempos difíciles.
Kleiner enfatizó el impacto positivo que este tipo de gestos pueden tener en la sociedad y la importancia de mantener la bondad y el apoyo mutuo. “Creo que hay muchas cosas buenas en el mundo y que con acciones como estas, podemos inspirar a otros a hacer lo mismo”, concluyó el director ejecutivo.
Este relato resalta no solo la tradición romántica de la pareja, sino también cómo los actos de generosidad pueden crear un efecto dominó de positividad en la comunidad.